«Una comunidad quieta es como el agua estancada, ¡se corrompe!»
El Papa Francisco concedió este viernes 8 de
agosto una entrevista telefónica a los sacerdotes Joaquín Giangreco y Juan
Ignacio Liébana, que fue transmitida en vivo por la radio comunal de Campo Gallo
y Huachana, dos parroquias situadas a unos 200 kilómetros de la capital de
Santiago del Estero, en la provincia del mismo nombre, una de las más pobres de
Argentina.
"Los llevo dentro de mi corazón. El trabajo que hacen
ustedes hacen, a mí me hace feliz. Así que empiezo con un saludo muy grande y mi
bendición", les dijo el Santo Padre.
Sobre la religiosidad popularInterrogado por
sacerdotes sobre la religiosidad popular y su cultura
dijo:
«Tengo una convicción muy grande, que nuestro pueblo no
se equivoca y adora solamente a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y junto con
esta adoración a Dios, sabe que Jesús dejó a Nuestra Madre la Virgen para que
nos cuidara.
Nuestro pueblo no la adora, la quiere y la honra. Como todos
nosotros que queremos y honramos a nuestra mamá, sabe que Ella nos cuida y que
está en el cielo. Y nuestro pueblo adorando a Dios que es el único a quien hay
que adorar y a Jesucristo que es el único a quien hay que adorar, también se
deja cuidar por la Madre».
«Nuestro pueblo no es guacho, tiene madre y es una de
las cosas más hermosas de la devoción a la Virgen, que no es adoración, sino que
es cariño de un hijo por su madre. Y este pueblo se reúne para adorar a Dios y
para recordar a su madre. Este es el núcleo de la piedad popular
latinoamericana».
«Un hijo sin madre tiene el alma mutilada, un pueblo sin
madre es un pueblo guacho, aguachado de soledad, de sequedad, quizás de ideas,
sin la ternura que solamente da una mamá. Por eso seguimos siempre las dos cosas
en la piedad popular: la adoración a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y
a Él solamente se adora, y el cariño y el respeto, y veneración que no es
adoración a Nuestra Madre, porque nosotros no somos guachos, tenemos
mamá».
La vocación y el servicio al
puebloEn un lenguaje muy coloquial y del ´vos´, estos dos
sacerdotes conversaron con el Santo Padre. Le conocían desde hace mucho tiempo y
uno de ellos fue ordenado por Bergoglio.
"Cada uno -prosiguió el Papa- tiene una función, cada
uno tiene un trabajo que hacer, una vocación. A ustedes dos Dios les llamó a
irse allá, a dejar sus familias, la ciudad de Buenos Aires que es tan linda, y
se fueron a acompañar a ese pueblo. Junto con ustedes hay mucha gente que no
está viviendo allá, y que desde lejos quiere estar con ustedes. A esa gente le
agradezco".
La fuerza de la misa y la
oración"La Iglesia -continuó el Santo Padre- se sostiene con la
piedad de los fieles. Por la plegaria, por la misa, por la eucaristía. Esa gente
que va a misa, que recibe la eucaristía pidiendo por ustedes, es la que les
sostiene a ustedes y a la parroquia. A ellos mi primer agradecimiento. También a
quienes se privan de algún bien, de algún dinero para dárselo a ustedes. Para
ellos mi cariño también. No interesa con cuánto les ayudan, lo que interesa es
que les ayudan, porque los miman, y se preguntan: ¿Cómo puedo yo acompañar a
estos dos curas que están tan lejos de Buenos Aires? y también de otras ciudades
desde donde les ayudan. A esos hombres y mujeres les hago llegar un gran saludo
y mi gratitud. Y de manera especial quiero mencionar a dos tipos de personas que
son los que Jesús mira con más cariño: las abuelas y los abuelos, y los chicos.
Cuántas abuelas y abuelos rezan por ustedes, cuántos chicos rezan por ustedes y
sostienen el trabajo de su pueblo. A ellos les envío un gran cariño, junto con
mi bendición”.
Una Iglesia peregrinaEn el diálogo retransmitido por varios medios locales y puesto en
youtube, en el que se siente el sonido un poco metálico de una radio pequeña, el
Papa destacó la importancia de la Iglesia como institución.
“El peregrino -dijo el papa Francisco- es una imagen de
lo que es la Iglesia, porque la Iglesia es peregrina. Jesús fundó una Iglesia en
camino, una Iglesia peregrina. Cuando la Iglesia está quieta, deja de ser
Iglesia y es una asociación civil. Nuestra Iglesia es Iglesia en doble salida:
con la adoración a Dios y la oración; y otra salida hacia los hermanos, para
ayudarlos, acompañarlos y cumplir las obras de misericordia que Jesús nos
enseño, y que están en el capítulo 25 de san Mateo. El peregrino que visita un
templo para gloria de Dios y adorar a Dios, y para venerar y honrar a la Madre,
ese peregrino tienen la vocación de caminar que tiene la Iglesia. Que nuestra
Iglesia no se canse nunca de caminar porque en el camino encontramos ese sentido
que Dios quiere de su pueblo: un pueblo en camino".
Agua quieta se corrompePorque
«cuando una comunidad cristiana está quieta le pasa como al agua estancada, que
es la primera que se corrompe. Cuando una comunidad no peregrina, no sólo a pié
sino con el corazón, y no tiene un corazón peregrino más allá de si mismo, sea
para adorar a Dios o para ayudar a sus hermanos, esa iglesia está moribunda y
hay que resucitarla rápido».
«Así que a aquellos que están trabajando para
construir una casa de Dios, que sea meta de peregrinación, sepan que eso es
símbolo de la Iglesia que camina. Y esa peregrinación que hacen una vez al año
allí, es un peregrinaje que tienen que hacer todos los días en la vida
cotidiana. Un peregrinaje a Dios para adorarlo, un peregrinaje hacia la Virgen,
para venerarla y quererla y hacia los más necesitados de nuestro
pueblo».
Las críticas
destructivasRespondiendo a otras inquietudes de uno de los
sacerdotes, el Papa invitó a evitar las críticas destructivas.
"Trabajar por la unidad siempre va a ser importante.
Siempre va a haber diferencias, va a haber peleas, el asunto es no dejarlas
crecer. Hacer que las cosas se arreglen entre hermanos, hay que hablarlas sí,
pero con Dios. No hay que sacarle el cuero al otro. Lo que más le hace daño a la
Iglesia, a los pueblos y a la Nación es la crítica destructiva. O sea andar
sacándose el cuero. Eso no es cristiano".
A los jóvenes: no tengan miedo a la
vocaciónInterrogado por la escasez de sacerdotes en la diócesis de
Añatuya dijo:
"Como dijo Jesús, recen para que Dios mande pastores a
la mies. El corazón de Dios no es indiferente a la oración de su pueblo. Recen
al Señor para que mande pastores. Y a los jóvenes les diría que si sienten el
llamado de Jesús no tengan miedo. Que vean todo el bien que pueden hacer, todo
el consuelo que pueden dar, todo elmensaje cristiano que pueden transmitir y no
tengan miedo. La vida es para jugarla, no es para guardarla. Jesús dice, el que
cuida mucho su vida acaba perdiéndola. La vida es para darla. Y así uno es
fecundo. Si alguno siente que Dios le pide dar la vida en el sacerdocio, que no
tenga miedo. Hay que apostar a cosas grandes y no a pequeñas cositas. Y si
siente que Jesús lo llama a formar una familia, que sea una familia cristiana,
grande, linda, con muchos hijos que lleven adelante la fe".
Dios no se cansa de perdonarnosEl
Santo Padre concluyó con una bendición y repitió el lema de la radio que dice
´si el 666 es el diablo, la 99.9 es de Jesús” y les recordó “simplemente esto:
Jesús es muy bueno. Jesús nos quiere. Dios nos ama. Dios nos espera siempre.
Dios no se cansa de perdonarnos. Solamente que seamos humildes y pidamos perdón,
y así poder seguir adelante. Dios nos hizo para que seamos felices. Y Él nos
acompaña. Cuando pasamos momentos difíciles, de cruz, de dolor, Él los pasó
primero y nos comprende de corazón. Yo le pido al Señor que a todos los que
están escuchando les bendiga mucho, les dé fuerza, les dé ganas de vivir, y el
coraje de no dejarse robar la esperanza y sobretodo les dé una caricia y les
haga sonreír, y que la bendición de Dios todo poderoso, Padre, Hijo y Espíritu
Santo descienda sobre todos y cada uno de ustedes y permanezca para
siempre".
(Texto completo, debobinado por H. Sergio Mora)
Vídeo de la entrevista:
Pastoral de Comunicación Parroquia Sagrada Familia Ushuaia, Tierra del Fuego, AeIAS.
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